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Además pudieron comprobar cómo el colegio promueve la actividad física y el deporte como parte integral del desarrollo de los estudiantes.
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El último viernes de septiembre celebramos, como ya es costumbre, las tradicionales Fiestas del Ángel. Nos adelantamos a la festividades de los Ángeles Custodios, del día 2 de octubre, y aprovechamos para tener un día de encuentro, celebración y fiesta.
Este curso comenzamos el jueves 28, con el Desfiles de las Casas. Las housemasters de las casas Ángel, Bonsai, Castillo y Fénix desfilaron junto con miembros de todas las casas, se presentaron e hicieron un pequeño discurso ante sus compañeros del colegio. Después del saludo de María Vega, la directora general del Colegio, la tradicional traca, que marca el comienzo de las fiestas.
Al día siguiente, celebración por todo lo alto: desayuno de las casas, talleres, actividades, juegos de mesa…
No faltaron dos elementos imprescindibles en nuestra tradición: la misa colegial en la capilla y los hinchables en el patio, gracias a la colaboración inestimables del AMPA del Colegio.
Un año más, pudimos disfrutar de unas fiestas del colegio amenas, familiares, tranquilas y muy disfrutadas. ¡Muchas gracias a todos!
Os queremos anunciar que el próximo viernes día 10 de febrero a las 17:15 en el salón de actos del colegio tendrá la presentación del Club de Baloncesto Santo Ángel en colaboración con el Club Baloncesto Baterías.
La sección de baloncesto, estará supervisada por D. Pepu Hernández, (Campeón del mundo en 2006 y Subcampeón de Europa 2007) el cual realizara los campus de la sección y la formación técnica de jugadores y entrenadores. La temporada 2023/2024 contaremos con equipos masculinos y femeninos desde la escuela (1º/2º de primaria) hasta categoría infantil (1º/2º ESO).
Os invitamos, a todas las familias a dicha reunión para que conozcáis a Pepu Hernández y nuestro plantel de entrenadores de la temporada que viene. Allí os explicaremos los horarios de entrenamientos y partidos, precios y trabajo a realizar por los entrenadores y el decálogo del Club.
Para los que estéis interesados y no podáis asistir, tendréis toda la información en la web del colegio después de Semana Santa, así como la información en distintos carteles y folletos a vuestra disposición.
¡Os esperamos!
Os presentamos un nuevo proyecto de cocina que comienza en Santo Ángel. Este 2º trimestre 5º y 6º de Primaria comenzarán a participar en Paloma Colás Academy, se trata de una plataforma digital que ofrece formación sobre nutrición y gastronomía a los colegios con el objetivo de alcanzar competencia culinaria, fundamental para el cuidado de su salud y para el desarrollo de la autonomía.
4 de cada 10 niños en España tienen problemas de obesidad y sobrepeso y el sedentarismo está de moda entre los jóvenes. Es por ello que, en Santo Ángel queremos dar solución a esta problemática ofreciendo formación desde el colegio a los alumnos y familias para conseguir estudiantes con criterio, que tomen buenas decisiones en lo que respecta a su alimentación y que tengan autonomía en la cocina.
Os mandamos el link donde encontraréis más información y un video en el que Paloma Colás explica brevemente en qué consiste el proyecto.
https://palomacolas.es/
Esperamos que sea de vuestro interés.
Hay evidencia sustancial de que la pandemia aumentó el número de adolescentes (e incluso algunos preadolescentes) con ansiedad. No es de extrañar, dado que el confinamiento y el distanciamiento privaron a los adolescentes de muchas de las actividades que más les interesan, interrumpieron su educación y los aislaron de sus amigos.
Todos esperamos que a medida que la vida regrese completamente a la normalidad los adolescentes se recuperarán. Pero la ansiedad en adolescentes ya estaba en aumento antes de la pandemia. ¿Por qué? Los expertos citan una mayor presión por tener éxito en la escuela, un mundo que se percibe como más aterrador y el efecto negativo que las redes sociales pueden tener en la autoestima. Pero en realidad nadie lo comprende del todo. Es importante reconocer las señales de ansiedad y buscar ayuda para los niños que enfrentan este tipo de desafíos.
Los adolescentes ansiosos son diferentes de los niños ansiosos. En cada etapa del desarrollo, los niños tienen preocupaciones y vulnerabilidades diferentes.
Los niños más pequeños tienden a sentir ansiedad por cosas externas, como animales o insectos, la oscuridad, monstruos debajo de la cama o que les pase algo malo a mamá y papá. Pero los adolescentes suelen estar más preocupados por ellos mismos: su rendimiento en la escuela o en los deportes, cómo son percibidos por los demás, los cambios en su cuerpo.
Algunos adolescentes ansiosos han tenido ansiedad durante muchos años antes de llegar a la adolescencia. Tal vez los padres se hayan dado cuenta de ello, pero el niño funcionaba bien a pesar de su angustia, por lo que no se hizo nada al respecto. O el niño recibió tratamiento y las cosas mejoraron. Pero a medida que se espera más de ellos, en la ESO y en el Bachillerato, y a medida que se centran más en sus compañeros, la ansiedad puede resurgir y volverse más grave. Algunos adolescentes, que no tuvieron ansiedad de niños, desarrollan tipos de ansiedad que comienzan en la adolescencia, como la ansiedad social y los ataques de pánico
Su rendimiento. “Vemos mucho temor a no hacerlo bien”, explica Jerry Bubrick, psicólogo clínico del Child Mind Institute que se especializa en ansiedad y TOC. “Gran parte de la ansiedad se centra en el perfeccionismo o en la necesidad de dar lo mejor de sí mismos en la escuela, más allá de una ética de trabajo intensa”. Incluso cuando los padres dicen que recomiendan a los niños que no se estresen por el ingreso a la universidad, los adolescentes dicen que sienten una intensa presión por obtener calificaciones sobresalientes.
Cómo son percibidos. “Todos los adolescentes son conscientes y están atentos a cómo son percibidos”, señala el Dr. Bubrick. “Eso simplemente forma parte del proceso de la adolescencia, pero algunos niños lo experimentan con esteroides”. El resultado puede ser una ansiedad social debilitante. “Se preocuparán de manera excesiva por el hecho de que pudieran ser vistos como incompetentes o estúpidos, o están realmente preocupados por hacer algo vergonzoso”.
Sus cuerpos. Los cambios físicos de la adolescencia son una causa de incomodidad para muchos adolescentes. Desarrollarse antes que la mayoría de sus compañeros, o después de ellos, puede hacer que los adolescentes se sientan diferentes y fuera de lugar. “En el caso de las adolescentes, si el desarrollo es temprano, las afectará de manera más negativa que si se desarrollan a tiempo o incluso más tarde”, señala el Dr. Bubrick. “Los adolescentes —añade— son especialmente sensibles a la altura. Así que si un niño de 15 años aún no ha pasado por la pubertad y luce como si tuviera 12 años, y sus compañeros parecen tener 19, eso puede tener un impacto bastante profundo en la autoestima y la confianza”. Algunos niños desarrollan una forma de ansiedad extrema llamada trastorno dismórfico corporal. Se obsesionan tanto con un defecto físico que ellos perciben (ya sea real o imaginario) que les causa gran angustia e interfiere en su funcionamiento.
Las señales de ansiedad varían mucho, desde el aislamiento y la evitación, hasta la irritabilidad y la agresividad. La ansiedad suele pasar desapercibida porque los adolescentes son buenos para ocultar sus pensamientos y sentimientos. Pero estos son algunos de los comportamientos que podrían ser una señal de que un adolescente está ansioso.
Dado que gran parte de la actividad de los adolescentes está relacionada con la escuela (piense en lo académico, los deportes, otras actividades y la vida social), esta puede ser el escenario de muchas cosas que pueden causar ansiedad a un adolescente. Por eso, cuando los niños se resisten a ir a la escuela, no se trata necesariamente de la escuela en sí.
El Dr. Bubrick señala que lo que llamamos rechazo a la escuela solía llamarse fobia a la escuela, pero eso implicaba que la escuela era la fuente de su ansiedad. En cambio, al tratar con niños que encuentran frecuentes excusas para quedarse en casa, o que se niegan rotundamente a ir, el enfoque no está en esa decisión de no ir a la escuela. “Nos centramos más en por qué toman la decisión de no ir a la escuela”.
El problema podría ser la preocupación de que un profesor les pregunte algo al azar y cometan un error. O tener un ataque de pánico en clase. O la preocupación de quedar mal frente a la clase y que se burlen de ellos. “Usted podría entrevistar a cien niños que se niegan a ir a la escuela — añade el Dr. Bubrick— y obtendría cien motivos diferentes”.
Los adolescentes ansiosos (al igual que los adultos ansiosos) pueden consumir drogas recreativas, especialmente marihuana, como una manera de afrontar su malestar. Es una automedicación, señala el Dr. Bubrick, y la realidad es que, a corto plazo, funciona. “Alivia la ansiedad y el estrés. Los adormece. Apaga la parte de preocupación del cerebro”. Pero es un mal mecanismo de afrontamiento a largo plazo, porque la ansiedad persiste y el adolescente se vuelve dependiente de la sustancia.
El Dr. Bubrick dice que lo que más escucha de los adolescentes es que la marihuana es más saludable que el alcohol. Y ahora que la marihuana es legal en muchos lugares y que el vapeo es una opción, es más fácil que nunca fumar sin que los adultos se den cuenta, en la calle, en casa o en la escuela.
Pero señala que ninguna de las dos cosas es una manera saludable de controlar la ansiedad, y recomienda a los jóvenes no utilizar las drogas recreativas como medicina. “Si tienes un cigarrillo de marihuana en el bolsillo todo el tiempo y fumas durante el día para sobrellevar tu jornada escolar, eso no es diferente a tener una botella de vodka en el cajón de tu escritorio en el trabajo”. Sigues dependiendo de una sustancia para pasar el día, y cuanto más la uses, más dependiente serás de ella.
Es común que los adolescentes se sientan deprimidos además de ansiosos. Esto se debe, en parte, a que un estilo de vida ansioso puede ser tan angustioso, o tan limitante, que conduce a la depresión.
El Dr. Bubrick recuerda haber tratado a una joven a quien su cambio a un nuevo instituto le provocó una ansiedad social intensa. Estaba tan preocupada por fracasar en un ambiente más competitivo que empezó a retirarse de las actividades. Luego tuvo un ataque de pánico y empezó a alejarse de sus amigos porque temía tener otro ataque de pánico delante de ellos. Al final, estaba tan aislada que se deprimió gravemente.
Este tipo de capas de ansiedad y depresión es común y suele ser pasada por alto, señala el Dr. Bubrick. Si un médico se limita a tratar los síntomas de la depresión e ignora la ansiedad, el resultado no será eficaz. Pero también es posible que la ansiedad y la depresión sean dos trastornos coexistentes distintos.
El Dr. Bubrick lo explica: “La pregunta que les hago a los niños es: ‘Si pudieras entrar en tu cerebro y quitarte la ansiedad, ¿seguirías estando deprimido? Si responden ‘sí, seguiría deprimido’, eso sugeriría que podría tratarse de una depresión coexistente. Si la respuesta es: ‘No, me sentiría muy bien si me quitaras la ansiedad’, entonces pensaría que la ansiedad está causando la depresión”.
El Dr. Bubrick señala que, entre los distintos tipos de ansiedad, trastorno de ansiedad generalizada, comúnmente llamado TAG, está especialmente vinculado a la depresión en etapas posteriores de la vida, hasta el punto de que también se considera un precursor de la depresión. El TAG es una ansiedad que no se desencadena por una cosa concreta (eso se llama fobia específica), sino por una preocupación persistente y excesiva por una serie de cosas cotidianas.
¿Cuál es la relación entre la ansiedad y la depresión? El Dr. Bubrick cree que la ansiedad debilita el bienestar. Si no puedes confiar en ti mismo y no puedes confiar en que vas a tomar buenas decisiones y vives a la defensiva, entonces tienes un riesgo especial de tener depresión.
Si siempre te preocupas y dudas, y todo en la vida es un “¿y si…?”, eso va a empezar a tener un efecto bastante profundo en cómo te ves a ti mismo, y en tu confianza y autoestima”, explica. No es de extrañar, añade, que, si se ha vivido a la defensiva, con una dieta constante de miedo, eso pueda llevar a la depresión.
El tratamiento más eficaz para la ansiedad en los adolescentes es la terapia cognitivo-conductual (TCC), combinada en caso de ser necesario con medicación antidepresiva. Y la buena noticia es que es muy eficaz.
La TCC enseña a los niños y adolescentes ansiosos estrategias para pensar de forma diferente sobre la ansiedad y responder a ella de manera diferente cuando se produce. Al tolerar la ansiedad en lugar de evitar las cosas que la desencadenan, aprenden que esta disminuye con el tiempo. Y al aumentar gradualmente la exposición a los objetos o actividades temidos (un tipo de TCC llamado terapia de exposición), la propia respuesta ansiosa se reduce o se elimina.
Los antidepresivos, llamados ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) son los medicamentos recomendados para tratar los trastornos de ansiedad en niños. Estos medicamentos se combinan con la TCC en el caso de niños con un nivel de ansiedad demasiado elevado como para recibir únicamente la TCC.